- 03 de diciembre de 2024
Salvando distancias y rompiendo barreras en las alianzas farmacéuticas
Las alianzas estratégicas desempeñan un papel cada vez más
crucial en el impulso de la innovación farmacéutica. A medida que las empresas
se asocian para navegar por áreas terapéuticas complejas, adoptar nuevas
tecnologías y hacer frente a la creciente demanda de atención sanitaria
personalizada, la colaboración se ha convertido en un factor clave de progreso.
Sin embargo, estas alianzas a menudo implican superar diferencias
organizativas.
Para prosperar, es crucial cuidar las relaciones humanas que
constituyen el núcleo de la alianza. Mary Jo Struttmann, de Astellas, subrayó
en una entrevista con PharmExec la necesidad de una «mentalidad de entidad
de marca única», en la que ambas partes actúen como una sola, dejando de
lado los intereses individuales. Las relaciones sólidas basadas en la confianza
fomentan la comunicación abierta y la colaboración, elementos fundamentales
para aprovechar juntos tanto las oportunidades como los retos.
Para los altos directivos, especialmente en asuntos médicos,
es esencial comprender cómo apoyar estos elementos humanos de las asociaciones
entre funciones. Las siguientes reflexiones exploran las tendencias recientes y
los enfoques prácticos para fomentar colaboraciones eficaces.
La evolución del trabajo en colaboración
Las asociaciones estratégicas han evolucionado desde simples
acuerdos de licencia a colaboraciones integradas que aúnan recursos,
conocimientos y tecnologías. Alianzas de gran repercusión, como el desarrollo
de la vacuna COVID-19 de Pfizer y BioNTech y la asociación de GSK con Janssen
sobre la hepatitis B, demuestran la rapidez con que la industria puede
responder a necesidades sanitarias urgentes. Las colaboraciones a largo plazo,
como el trabajo de AstraZeneca y Daiichi Sankyo en oncología, muestran un compromiso
sostenido con la innovación.
Lo «humano» en estas asociaciones es clave. Construir
relaciones, mantener un diálogo abierto y comprender las perspectivas de los
demás crea unidad. Las alianzas deben verse como asociaciones continuas y vivas
que requieren una atención constante para garantizar que todas las partes se
sientan escuchadas y valoradas.
Gestionar los conflictos en las alianzas
El conflicto es inevitable, ya que surgirán diferencias
culturales, de toma de decisiones y de prioridades. Sin embargo, las alianzas
de éxito ven los conflictos como oportunidades de crecimiento. Abordar los
problemas mediante una comunicación abierta y centrarse en la resolución de
problemas ayuda a generar confianza.
La cultura organizativa suele ser fuente de tensiones, ya
sea en la tolerancia al riesgo, los procesos de toma de decisiones o los
estilos de comunicación. En esos momentos, es crucial mantener esa «mentalidad
de entidad de marca única» y centrarse en lo que beneficia al paciente y a la
alianza, más que a una organización.
Técnicas para salvar las diferencias organizativas
Establecer una gobernanza clara con liderazgo conjunto:
cuando las empresas se unen, la ambigüedad en las funciones y la toma de
decisiones puede causar retrasos. Establecer un marco de liderazgo conjunto
garantiza que las decisiones se tomen con eficacia y las prioridades estén
alineadas. Los asuntos médicos suelen desempeñar un papel crucial a la hora de
salvar las distancias entre las funciones comerciales y de I+D en estas
complejas asociaciones.
Adoptar un modelo operativo flexible: la flexibilidad es
esencial a la hora de gestionar alianzas, sobre todo cuando se trabaja con
culturas diferentes. Algunas organizaciones pueden tener una estructura más
jerárquica, mientras que otras pueden funcionar de forma más descentralizada.
Un enfoque híbrido de la gestión de proyectos -que combine elementos de toma de
decisiones descendentes con aportaciones más ágiles e impulsadas por el equipo-
puede ayudar a acomodar estas diferencias.
Crear un entorno de datos compartidos: compartir datos es
esencial para el éxito de las alianzas, sobre todo en áreas que requieren
precisión, como la oncología o las enfermedades raras. La creación de una
plataforma de datos compartidos que integre los conocimientos de los equipos de
I+D, médicos y de acceso al mercado favorece una toma de decisiones informada y
basada en pruebas.
Priorizar las conexiones humanas y la resolución de
conflictos
Aunque la experiencia técnica y la alineación estratégica
son vitales, las relaciones personales dentro de la asociación a menudo
determinan el éxito. Dar prioridad a las reuniones periódicas cara a cara y a
las actividades conjuntas de creación de equipos puede ayudar a consolidar la
asociación.
La gestión proactiva de los conflictos es igualmente
importante. Abordar las diferencias en una fase temprana mediante mecanismos de
resolución estructurados o mediadores puede evitar que los pequeños problemas
se agraven. Las alianzas que aceptan el conflicto como parte de la colaboración
suelen salir reforzadas, tras haber desarrollado su capacidad de resistencia.
Planificación a largo plazo
Al igual que ocurre con el ciclo de vida de una molécula,
las alianzas deben considerarse a lo largo de todo su recorrido, desde su
creación hasta su disolución. Planificar con antelación la estrategia de salida
garantiza que, llegado el momento, ambas partes puedan realizar la transición
de forma amistosa y, potencialmente, volver a colaborar.
Tratar las alianzas como relaciones en evolución y
planificar cada etapa del viaje permite maximizar el valor al tiempo que se
aprenden valiosas lecciones por el camino.
El papel de los asuntos médicos en el éxito de las
alianzas
A medida que evoluciona el panorama farmacéutico, los
asuntos médicos desempeñan un papel cada vez más importante a la hora de guiar
las alianzas, tender puentes entre las funciones científicas y comerciales y
sortear las complejidades normativas, sin perder de vista los resultados para
los pacientes.
De cara al futuro, las alianzas seguirán siendo una piedra
angular de la innovación y el crecimiento en el sector, y una «mentalidad de
entidad de marca única», combinada con un enfoque a largo plazo centrado en el
ser humano, permitirá a las organizaciones superar los retos y aprovechar las
fortalezas colectivas.