GSK ha anunciado que Luke Miels ha sido nombrado director ejecutivo designado y asumirá todas las responsabilidades como director ejecutivo y se incorporará al Consejo el 1 de enero de 2026. La transición sigue a la salida prevista de la actual directora ejecutiva, Dame Emma Walmsley, que dejará el Consejo el 31 de diciembre de 2025 y permanecerá en la empresa hasta el 30 de septiembre de 2026 para apoyar la transición.

Miels se incorporó a GSK en 2017 y actualmente ocupa el cargo de director comercial, supervisando la cartera global de medicamentos y vacunas de la empresa. Antes de GSK, ocupó puestos de liderazgo en AstraZeneca, Roche y Sanofi. Medicamentos para la obesidad

Según el comunicado de la empresa, el Consejo llevó a cabo un proceso de sucesión a lo largo de varios meses, considerando candidatos internos y externos. El nombramiento de Miels se describe como el resultado de una planificación de sucesión a largo plazo.

El paquete retributivo de Miels incluye un salario base de 1,375,000 libras esterlinas, inferior al del director ejecutivo saliente, con posibles aumentos en los próximos años. El objetivo de bonificación anual es del 150% del salario, con un máximo del 300%, y las primas de incentivo a largo plazo serán 7.25 veces el salario en 2026, con un aumento potencial a 8 veces el salario en 2027, en función del rendimiento. La pensión y las prestaciones se ajustarán a las que se ofrecen al conjunto de la plantilla del Reino Unido y a otros ejecutivos con sede en el mismo país.

Dame Emma Walmsley tendrá derecho a salario, pensión y prestaciones hasta el final de su contrato en septiembre de 2026, y recibirá una bonificación por el ejercicio fiscal 2025, sujeta al rendimiento. También se le considerará una «buena salida» (good leaver) en virtud de los planes de incentivos de GSK, por lo que seguirá adquiriendo determinadas primas según el calendario habitual.