
- 23 de abril de 2025
Cobenfy, de BMS, se queda corto en un ensayo de fase III como terapia añadida para la esquizofrenia
Los
resultados del ensayo de fase III ARISE muestran que Cobenfy (xanomelina y
cloruro de trospio), de Bristol Myers Squibb (BMS), no alcanzó el objetivo
primario en pacientes adultos con esquizofrenia controlada inadecuadamente con
tratamientos antipsicóticos previos. El ensayo halló que Cobenfy no alcanzó
significación estadística basada en el cambio desde el inicio hasta la sexta
semana en la puntuación total de la Escala de Síndrome Positivo y Negativo
(PANSS) en comparación con placebo.
"Los
ensayos de tratamiento adyuvante en la esquizofrenia presentan retos clínicos y
metodológicos significativos", dijo Husseini Manji, MD, FRCPC, copresidente del Programa de
Objetivos de Salud Mental del Gobierno del Reino Unido, profesor del
departamento de psiquiatría de la Universidad de Oxford, en un comunicado de
prensa. "Cuando los pacientes ya están recibiendo tratamiento,
demostrar un beneficio estadístico adicional resulta intrínsecamente más
difícil. Sin embargo, es frecuente que los pacientes sigan experimentando
síntomas persistentes, y los prescriptores han adoptado un enfoque para abordar
esta importante necesidad insatisfecha mediante el uso complementario".
Aunque Cobenfy no demostró una mejoría estadísticamente significativa como
tratamiento complementario en este ensayo, los datos son alentadores, ya que
muestran una mejoría notable en la mayoría de los pacientes del ensayo, así
como un perfil de seguridad tolerable. Estos hallazgos justifican un
seguimiento adicional y pueden proporcionar una dirección valiosa en nuestra
búsqueda en curso de enfoques complementarios para abordar estas lagunas
persistentes en el tratamiento.
El ensayo
aleatorizado, doble ciego, controlado con placebo, multicéntrico y ambulatorio
ARISE evaluó Cobenfy en pacientes adultos con esquizofrenia que habían mostrado
respuestas inadecuadas a tratamientos antipsicóticos previos. Todos los
pacientes participantes recibían un tratamiento de base estable y mantenían una
puntuación PANSS de 70 en el momento del cribado y de la aleatorización. Los
criterios de valoración secundarios clave del estudio incluyeron cambios en el
rendimiento personal y social (PSP), la Impresión Clínica Global-Severidad
(CGI-S), las puntuaciones del factor de síntomas positivos y negativos PANSS
Marder, la respuesta categórica y la preferencia de medicación.
Los
resultados mostraron que Cobenfy demostró una reducción de dos puntos en la
puntuación total de la PANSS frente a placebo en la sexta semana, que no fue
estadísticamente significativa. Además, Cobenfy mostró un cambio de 0,6 puntos
en la puntuación PSP y de 0,1 puntos en la puntuación CGI-S, lo que indica que
los cambios en los criterios de valoración secundarios tampoco fueron
estadísticamente significativos. Sin embargo, los resultados de un análisis
post hoc de subgrupos revelaron un beneficio nominalmente significativo entre
los pacientes que recibían antipsicóticos de fondo sin crisperidona, con una
reducción 3,4 puntos mayor en la puntuación PANSS en comparación con placebo.
Por el contrario, no se encontró ningún beneficio en los pacientes tratados con
risperidona, mientras que se produjo un cambio de 1,1 puntos en la puntuación
de la PANSS, a favor del placebo.
A pesar de
los limitados resultados de eficacia, en términos de seguridad, Cobenfy fue
bien tolerado en el estudio ARISE. Los efectos adversos más frecuentes
asociados a Cobenfy fueron náuseas, dispepsia, estreñimiento, vómitos,
hipertensión, dolor abdominal, diarrea, taquicardia, mareos y reflujo
gastroesofágico.