
- 03 de julio de 2025
ASCO 2025: aportando un sentido de urgencia a la lucha contra el cáncer
Con el
ambicioso objetivo de impulsar el futuro de la atención oncológica, más de 40
000 médicos, investigadores, tecnólogos y profesionales del marketing sanitario
se dieron cita en Chicago a principios del mes de junio para asistir a ASCO 2025. Ya fuera atraídos por la
presentación de investigaciones clínicas o por la oportunidad de establecer
contactos con compañeros de diferentes funciones y disciplinas, todos ellos
trajeron consigo un arma poderosa en la lucha contra el cáncer: un sentido de
urgencia.
Todos los
asistentes compartían un interés particular en el panorama del tratamiento del
cáncer, en rápida evolución. En ningún lugar era más evidente la amplitud de
ese panorama que en la sala de exposiciones, en la que 526 organizaciones
—empresas farmacéuticas, por supuesto, pero también empresas de inteligencia
artificial, redes hospitalarias y grupos de defensa— presentaron el papel que
podían desempeñar en la mejora del tratamiento.
¿Qué mensaje
transmitía esto? Que el tratamiento del cáncer ya no es estrictamente una
cuestión médica. Solo se puede vencer en colaboración con colegas de diferentes
disciplinas y plataformas.
Como
siempre, lo más importante en ASCO de este año fue la ciencia. En los 11 años
transcurridos desde que Keytruda y Opdivo desencadenaron la revolución de la
inmuno-oncología, ha perdurado un misterio: por qué algunos tumores responden a
los tratamientos y otros no. Una sesión dirigida por el Dr. Antoni Ribas,
profesor de la Universidad de California en Los Ángeles, intentó arrojar algo
de luz sobre estas discrepancias.
Ribas
exploró el reto de convertir los tumores «fríos» en «calientes», lo que
supondría un impulso para el sistema inmunitario. Su teoría es que las células
cancerosas utilizan el colágeno y la fibrosis para construir una barrera a su
alrededor e impedir que las células T penetren en el tumor. (Este mismo
mecanismo fue discutido por la Dra. Judith Varner, profesora de la Universidad
de California, San Diego, y codirectora del programa de terapias para tumores
sólidos del Moores Cancer Center, durante «Un paso por delante: prevenir la
adaptación de los tumores a la inmunoterapia»).
Para
combatir esto, los investigadores están explorando múltiples opciones:
- Terapia
CAR-T bivalente en glioblastoma.
- Pepinemab
para potenciar nivolumab/ipilimumab en cáncer de cabeza y cuello.
- IBI363 en
cáncer colorrectal avanzado.
- Imatinib más
pembro en cáncer de pulmón no microcítico.
También ven
potencial en una serie de vacunas, discutidas en una sesión en la que se
analizó el progreso de las terapias en desarrollo.