La osteoporosis no era un padecimiento alarmante como algunos otros dentro de la salud femenina, por lo tanto, debíamos propiciar la sensibilización del médico ante el padecimiento y sus consecuencias, de este modo consideraría el padecimiento tan riesgoso como un cáncer por su carácter incapacitante. Nos enfrentamos con diferentes retos a vencer: Un mercado con diferentes bisfosfonatos ya posicionados, el médico con múltiples opciones de tratamiento y las pacientes que comenzaban a tener conciencia de la enfermedad sin todavía enfrentarla. Para el lanzamiento, debíamos ofrecer puntos diferenciales para un rápido posicionamiento del producto, por lo tanto, la estrategia se basó en comunicar que la dosis de Bonviva era de una sola vez al mes, lo que se traducía en mayor comodidad y libertad para las pacientes y mayor adherencia terapéutica. Estudiamos y entendimos a las mujeres que se encuentran en la menopausia, una etapa difícil de la vida con cambios bio-psico-sociales importantes que determinan la forma de vivir de estas mujeres y se lo transmitimos a la comunidad médica. Tomamos a la osteoporosis como un padecimiento frecuente dentro de la etapa de la menopausia para generar mayor conciencia y atención. Bonviva comunicó al médico la importancia de diagnosticar a tiempo la osteoporosis para evitar la incapacidad por fracturas, ofreció un tratamiento cómodo y con respaldo clínico. El diseño se resolvió con una composición de imágenes de mujeres con actitud positiva haciendo diversas actividades en escenarios naturales a lo largo de los doce meses del año.