En 2050, la población mundial de más de 65 años se habrá multiplicado por tres: de 711 millones a 1.600 millones. Este cálculo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es uno de los argumentos que ha convertido el sector de la salud en un espacio muy atractivo para los grandes fondos de inversión. 

FundsPeople, junto con Xiang Liu, es la gestora de la cartera especializada en sanidad del fondo Blackrock Global, uno de los más grandes del mundo. Se llama World Healthscience Fund y se creó hace casi 25 años, el 6 de abril de 2001. Hoy, a fecha de julio de 2024, gestiona unos activos netos de 14.278 millones de dólares y cuenta con 93 participaciones, la mayoría de farmacéuticas norteamericanas.

La proyección ascendente de la esperanza de vida refuerza la importancia que pueden tener las inversiones en sanidad: la demanda en el sector seguirá creciendo. Entre las posiciones más importantes de la cartera de Blackrock están grandes nombres de la industria farmacéutica. El top lo encabeza Eli Lilly, con un peso del 8,2% del total del fondo.

Le siguen Novo Nordisk (7,64%) y UnitedHealth Group (5,88%). Entre las diez posiciones más relevantes del fondo también están Boston Scientific, AbbVie, Merck Sharp & Dohme (MSD) o AstraZeneca, todas con un peso de alrededor del 4% del total. En global, el 36,9% del valor de mercado del fondo proviene de empresas farmacéuticas; el 19,7% de equipos médicos y el 17,2% de biotecnología. La mayoría, un 73%, con sede en Estados Unidos.

La apuesta de Vanguard y JP Morgan

El perfil del fondo de Blackrock es muy similar al fondo especializado en sanidad que gestiona Vanguard, otro de los gigantes mundiales de la inversión. En este caso, recibe el nombre de Vanguard Health Care ETF. Se creó tres años más tarde que el de Blackrock, el 26 de enero de 2004, pero suma un activo mayor, de 21.195 millones de dólares. El 28,7% de las acciones ordinarias que posee también son de empresas farmacéuticas, seguidas de empresas de equipos para el cuidado de la salud (18,9%) y de biotecnología (18,5%).

Igual que en el fondo de BlackRock, Eli Lilly ocupa el primer lugar entre las posiciones principales de la cartera, con un 10,1% del activo neto total. El podium lo completan UnitedHealth Group (7,4%) y Johnson&Johnson (6,1%). El fondo de Vanguard también tiene entre sus posiciones destacadas Merck & Co (5,4%), AbbVie (5,2%), Abbott (3,2%) o Pfizer (2,5%).

El sector está conformado por empresas que fabrican equipos y artículos para el cuidado de la salud o que prestan servicios relacionados con la salud, y empresas que participan principalmente en la investigación, desarrollo, producción y comercialización de productos farmacéuticos y de biotecnología.

Por su lado, el fondo de inversión JP Morgan estrenó el 2 de octubre de 2009 su cartera especializada en salud, bajo el nombre de Global Healthcare Fund. Actualmente, cuenta con unos activos de 4.223 millones de dólares. Este fondo privilegia compañías innovadoras que presenten una valoración atractiva basándose en motivos científicos sólidos.

Otra vez, la mayoría de las posiciones de la cartera provienen de empresas farmacéuticas (35,7%), seguidas por las de tecnologías médicas (23,5%) y de biotecnología (22,5%). Con un 9,4% de los activos, Eli Lilly figura como la principal posición de la cartera. Entre el top diez está también UnitedHealth (8,1%), Novo Nordisk (6,5%), AstraZeneca (5,7%) y AbbVie (4,8%).

Un sector que acelera

En cuanto a las rentabilidades, las curvas de evolución de los tres fondos especializados se han movido al unísono. Desde su lanzamiento, el que acumula una rentabilidad total mayor es el de Blackrock, con un 618% desde su lanzamiento. Por su parte, el fondo de salud de Vanguard ha crecido un 443,86% y el de JP Morgan un 416%. 

Estos hechos, junto al envejecimiento progresivo de la población, dan como resultado un fuerte estímulo para los inversores en salud. Las tecnologías emergentes y los avances en robótica e inteligencia artificial en el sector de la salud suponen nuevas oportunidades de inversión.