
- 15 de septiembre de 2025
La IA en la salud: retos y oportunidades que plantea para México
El sistema
sanitario mexicano se encuentra en una encrucijada crítica, ya que la
combinación de la falta de inversión, el envejecimiento de la población y el
aumento de las enfermedades crónicas ha creado un entorno complejo que puede
afectar a millones de personas. Estas circunstancias hacen que sea urgente
abordar los retos estructurales de larga data, lo que podría lograrse
aprovechando las nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial, para
mejorar el acceso, la eficiencia y la equidad.
«Somos
uno de los países que menos invierten en salud y nuestra esperanza de vida no
es buena. Mientras Japón y España siguen avanzando, México se enfrenta a un
reto mucho mayor»,
afirma Héctor Valle, presidente ejecutivo de FunSalud.
Esta falta
de inversión afecta a los recursos humanos, los equipos médicos y la
infraestructura hospitalaria. Por ejemplo, la mayoría de los endocrinólogos se
concentran en la Ciudad de México, Jalisco y Nuevo León, lo que deja a estados
como Campeche, Tabasco y Guerrero con menos de seis especialistas cada uno,
afirma Valle. El número de camas hospitalarias per cápita sigue estando muy por
debajo de los estándares de la OCDE, y la escasez prevista para 2030 podría ser
grave. «México tiene una cama de hospital por cada gran número de
habitantes, y para 2030 la escasez será enorme. Una sola cama cuesta un millón
de dólares; simplemente no hay presupuesto suficiente para cubrir la
necesidad», añade.
Los retos
van más allá de la infraestructura. Las enfermedades crónicas y
cardiometabólicas y la violencia exacerban la presión sobre un sistema ya
fragmentado. «Nuestro sistema sanitario es fragmentado y complejo. El
IMSS-Bienestar añade aún más complejidad», afirma Valle. Las disparidades
en el acceso son evidentes: mientras que los residentes de Ciudad de México o
Guadalajara tienen un acceso relativamente más fácil, los ciudadanos de Morelia
o Veracruz se enfrentan a importantes barreras. «No tenemos suficientes
médicos; no los tenemos en las especialidades adecuadas; y no los tenemos en
los lugares adecuados», añade.
En medio de
estos desafíos, la tecnología ofrece importantes oportunidades. Valle destacó
el potencial transformador de la inteligencia artificial, la telemedicina, la
genómica y la robótica. «La inteligencia artificial puede convertirse en un
copiloto para los médicos: con los datos de los pacientes, puede ayudar a crear
historiales clínicos y a utilizar información no estructurada», afirma. Las
consultas a distancia, la formación en realidad virtual, la monitorización
mediante el Internet de las cosas y la impresión 3D de dispositivos médicos
pueden acelerar la prestación de asistencia sanitaria y abordar las
desigualdades geográficas. Las asociaciones público-privadas, los modelos de
atención que dan prioridad a lo digital y las intervenciones preventivas son
fundamentales para estos esfuerzos.
Valle
destaca la importancia de los enfoques sistémicos y colaborativos. «Debemos
invertir tanto en el sector público como en el privado, incorporando nuevas
tecnologías para reducir las brechas y lograr una mayor equidad», añade. Se
están llevando a cabo iniciativas con organizaciones internacionales como el
Banco Mundial para fortalecer el sistema de México y prepararse para futuras
pandemias.
Hacia un
nuevo marco sanitario
De cara al
futuro, la atención se centra en aprovechar la tecnología para cerrar las
brechas de acceso y mejorar la eficiencia. Mediante la incorporación de la
inteligencia artificial y las herramientas digitales, México puede implementar
modelos de atención más preventivos, basados en datos y centrados en el
paciente. La colaboración público-privada y el aumento de la inversión son
esenciales para ampliar estas innovaciones de manera eficaz. «Si no
incorporamos las nuevas tecnologías, el reto se volverá insostenible. El mundo
avanza hacia la digitalización. En el ámbito de la salud, esto significa
telemedicina y tecnologías que puedan prestar servicio a zonas remotas del país
a las que no llegan los especialistas», afirma Valle.
El camino a seguir requiere tanto urgencia como visión. Combinando la inversión estratégica, la innovación y la reforma sistémica, México tiene la oportunidad de redefinir la prestación de la asistencia sanitaria, reducir las desigualdades y garantizar un sistema más resistente y sostenible para las próximas décadas.
Fuente: Mexico Health